El desastre económico del Club Deportivo Baloncesto Huelva La Luz ha provocado, según publica Damián Ortiz, que la Federación Española de Baloncesto y la Federación Andaluza de Baloncesto hayan ejecutado al completo el aval de 54.000 euros depositado por el club, pero ni siquiera con eso ha sido suficiente para saldar la deuda acumulada. Quedan aún por pagar unos 20.000 euros, según publica el periodista Damián Ortiz. 
 
Los primeros damnificados son los exjugadores y exentrenadores del primer equipo, que han recibido una respuesta clara: no hay dinero. La ejecución del aval, realizada según el artículo 127 del reglamento federativo, no cubre las cantidades que se les adeudan. Así lo confirma el documento oficial que ya han empezado a recibir algunos de los afectados. 
 
A día de hoy, hay tres jugadores de la plantilla inicial con mensualidades impagadas y se adeudan al menos dos meses a los jugadores que terminaron la temporada. También se debe dinero a varios representantes. Y todo esto, con el único camino legal para cobrar ya en manos de una denuncia o un improbable acuerdo directo con el club. 
 
Además del agujero económico, el Huelva La Luz ha sufrido una auténtica descapitalización humana. Íñigo Núñez, despedido en mitad de la temporada, ya ha iniciado un proceso judicial para reclamar lo que le deben. Junto a él, se marcharon el exdirector deportivo Antonio Gómez, los ayudantes Javi Castilla y Fran Cárdenas, y ahora el último en salir ha sido Pedro Vadillo, emblema de la casa durante 23 años, que reconoce haberse visto obligado a dejar el club. 
 
El proyecto que hace no tanto presumía de ser la referencia del baloncesto onubense está hoy en ruinas. Deportivamente descendido (y con muchas dudas de que pueda salir en Tercera FEB) y económicamente asfixiado, el Huelva La Luz tiene muchas cuentas pendientes, dentro y fuera de la pista.